Sexualidad olvidada

Aunque el término frigidez fue reemplazado por anorgasmia, aún se lo utiliza dentro de la jerga psicológica para describir la falta de interés por la sexualidad por parte de la mujer.

Cuando a principios del siglo XX, Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, creo el término frigidez, lo utilizó para nombrar a la mujer que era incapaz de alcanzar el orgasmo a través de la penetración. Tradicionalmente se consideraba que una mujer frígida era una mujer fría, sin capacidad de goce. Por extensión, las mujeres que, aunque pudiendo desear y excitarse no alcanzaban el orgasmo también eran catalogadas como frígidas.

En 1993, la Organización Mundial de la Salud rebautizó la dificultad de alcanzar el orgasmo como anorgasmia. ¿Qué se entiende actualmente, dentro de la jerga psicoanalítica, por frigidez? Al trastorno sexual, usualmente generalizado, y que afecta a toda mujer que no muestra, ni ha mostrado en su pasado, interés alguno por la sexualidad. Esta mujer “modelo de frigidez” no recuerda juegos sexuales en su infancia ni la atracción casi instintiva de la adolescencia; además, suele expresar que puede vivir plenamente sin necesidad de encuentros íntimos y sin el placer corporal en general (caricias, abrazos, besos, etcétera).

Causas varias

Los motivos que pueden llevar a las mujeres a padecer de frigidez son muy variados. Situaciones dolorosamente traumáticas de abuso sexual vividas en la infancia, arraigados mitos y prejuicios con respecto al sentido del placer, convicciones religiosas fuertemente estructuradas son algunos de los motivos más frecuentes.

Muchas de estas mujeres suelen formar pareja e incluso tener hijos. Sin embargo, llevan su vida sexual como una obligación matrimonial y exclusivamente para cumplir con el mandato social de la reproducción. En cuanto a las parejas de estas mujeres, aceptan su actitud frente a la sexualidad por diversos motivos relacionados con su formación y su historia personal. Es habitual que las parejas de mujeres frígidas piensen que ella sólo debe ser una buena madre y esposa. Incluso juzgarla como “una mala mujer” si es que se muestra sexualmente activa. Es frecuente que las parejas de mujeres que padecen frigidez busquen su satisfacción sexual en la prostitución, con lo cual mantienen disociado el amor de la sexualidad.

Autoestima dañada

Los perjuicios que ocasiona la frigidez afectan seriamente la autoestima de estas mujeres; es por eso que se hace necesario recurrir a terapias psicológicas. Este es un problema en el funcionamiento erótico de la personas que usualmente impide el desarrollo de una vida sexual plena, de vínculos eróticos satisfactorios, deteriorando muy frecuentemente la autoimagen y autoestima. En cuanto a las terapias sexuales, tienen objetivos limitados que suelen resolverse en períodos relativamente breves.

Las modalidades de abordaje terapéutico son varias: individual, de pareja o grupal. Para muchos autores, como por ejemplo Josie Butcher (British Medical Journal), la palabra frigidez debe ser dejada de lado como término médico: "El término frigidez actualmente refleja los sentimientos de las mujeres sobre sí mismas o los sentimientos de los hombres sobre las mujeres. Cuando una mujer se describe a sí misma como frígida, ella está realmente describiendo cómo se siente ella misma como ser sexual, y lo hace generalmente a partir de una comparación con su expectativas o las expectativas de su pareja".

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